Himno de Atánquez

Atanqueros de alma y corazón
Descendientes de estirpe kankuama
Dios bendijo tu tierra con el don
De ser loable, pujante y soberana»
Imponente encierra en sus montañas
Múltiples leyendas de paz y de amor
Deja que frondezca !oh patria adorada!
Toda esa grandeza que hay en tu folclor
Puro como el hielo que hay en mi nevada
Mágico como tú arcánico tambor
Perseguidos con fuego y espada
Siempre demostraste ser fiel gladiador
Estás piedras te sirvieron de muralla
Para hacerle frente al cruel conquistador
Eres como un faro en medio de montañas
Atánquez es la tierra donde nace el sol
Con frecuencia todas las mañanas
Parte hacia los campos todo agricultor
Pero aquí en el pueblo miro a una kankuama
Hilar con cariño un vistoso color
Teje su mochila de fique y de lana
Y de sus cabellos se cuelga una flor
Del arhuaco, del kogui y arzario
Soy su hermano y escucho su voz
Volverán a unirse nuestros viejos mamos
Que ante el misionero nunca claudicó
Hoy esos carrizos seguirán tocando
Sones del chicote que alegran a Dios
Quien retorna siente gran nostalgia
Si hoy tus calles se llenan de luz
Cuando visitamos a «la loma blanca»
Vibra «el azuceno» y «la loma e’ Makú»
Se escucha el arroyo allá en «Juanchomanta»
Manantial que al indio le entrega virtud
Como ayer al Dios sol imploramos
Que en la gaita su lira produce
Pa’ que en corpus Christi puedan observarnos
Cómo un buen kankuamo predice en las nubes
Luego que aparezcan sus negros y diablos
Y así nunca mueran tus sanas costumbres
Mientras puedan bailar las kukambas
Y tus cantos traspacen los andes
Y hayan alfandoques pa’ endulzar el alma
Todas tus reliquias serán imborrables
Vivirán tus hijos como el mar en calma
Viendo complacidos que te yergues grande